Es una danza que se ejecuta con el
objetivo de rendir culto a la Virgen de la Candelaria durante los días 2 y 3 de
Febrero en la Parroquia Estado Mérida.
Según Domínguez y Salazar
(1969) esta danza tiene su origen en una leyenda que suministró Colmenares
(1956) donde se relata que hace mucho tiempo, una señora oriunda de Zumba,
pequeño caserío que pertenece a Punta (La Parroquia) estaba barriendo y se
encontró una tablita con la imagen de la Virgen
de la Candelaria y unos danceros, tomó la
Virgen decidió guardarla junto a sus santos, pero cada vez que barría,
volvía a encontrar la virgen en el suelo, se la llevó al párroco, quien la
colocó en un sitio especial dentro de la iglesia, hasta que un día se dio
cuenta de que la Virgen no estaba en su lugar y para mayor sorpresa, la señora había conseguido otra vez la
imagen en su hogar y se la entregó al padre, el Sacerdote lleno de
admiración y comprendiendo el deseo de la aparecida, se dirigió a la casa de la
buena mujer, bendijo el sitio, dejó allí la Virgen y le ofreció que a partir de
ese momento, cada año organizaría a un grupo de personas para que representaran
la danza que estaba junto a su imagen en
aquel pedazo de madera, desde ese día la Virgen no ha desaparecido más y
ese es el motivo por el cual los
vasallos danzan ante la puerta de la Parroquia donde se encuentra la
virgencita milagrosa. Los autores antes mencionados afirman que esta devoción
popular, también se conoce como “Danza
de la Candelaria”, “Moros de la Candelaria”, “Negritos de la Candelaria”,
“Danceros de la Candelaria”.
La festividad de la Candelaria
es muy popular en todo el país, porque es la fecha en que culmina el ciclo de
la navidad, se recogen los nacimientos y se realizan las paraduras del Niño,
pero la celebración se viste de un gran
colorido en la Parroquia, Mérida gracias a los vasallos de la Candelaria.
Urbina (1996), señala que el día 2 de
Febrero se adornan las calles, las casas, el
templo de la Parroquia y tanto los lugareños y visitantes se reúnen en la
iglesia para cumplir con la misa, procesiones, pago de promesas, y también en la Bendición del Fuego de la
Candelaria, al terminar los oficios religiosos, colocan a la virgen a las
puertas del recinto sagrado, los vasallos entonan coplas a la virgen antes de
comenzar el baile, es importante
destacar que el baile que realizan los vasallos es alegórico a las faenas que
realiza el campesino en la preparación y cultivo de la tierra y por lo
tanto llevan el nombre de la Roza, la
Siembra y la Cosecha. El día 3, los vasallos llevan a la virgen a Zumba,
lugar donde apareció, realizan la ceremonia, bailan y regresen a la Parroquia,
donde continúan la celebración en la casa del capitán, donde bailan la danza del palito, luego se
encaminan hacia la plaza, para realizar el entierro
del gallo. La música que acompaña las diferentes coreografías se toca con
violín, cuatro, tambora, a los cuales se le suma el rítmico sonido de unos
palos que los vasallos chocan contra el piso o entre ellos, y el golpe de una
maraca, que cada dancero lleva en la mano derecha. Todos los danceros se
esmeran en darle colorido y un toque personal a su traje dentro de un modelo
general que consta de pantalón bombacho a la rodilla, blusa, capa y sombrero
adornado.
Con la realización de este
significativo baile, se reafirma una tradición colectiva que entrelaza el
pasado con el presente para poder dibujar el futuro con un popular
colorido.
Fuente: Columna Horizonte Cultural, Semanario NOTILLANOS- San Fernando estado Apure del 13 al 19 de Abril de 2007.
Twitter: @mariaauxig