Conocido como pasatiempos, recreación o diversión,
cumplen una necesidad psicosociológica de gran importancia dentro del mundo
real y ficticio del niño.
A través del juego se comienza a manifestar la
personalidad del infante, la cual comienza a modificarse si algún componente de
los juegos que él realiza resulta nocivo para su formación ética y desarrollo
físico. El adulto tiene con responsabilidad orientar los juegos infantiles para
que los niños aprendan a tolerar la impaciencia y la ira de perder, la soberbia
al ganar, las trampas y subterfugios y entonces lograr de esta manera convivir
con la cortesía, las buenas costumbres y compartir con los demás, todas estas
cualidades coadyuvan al desarrollo corporal. En cuanto a la vida escolar,
Domínguez sostiene que “los juegos y la recreación son elementos educativos de
grandísimo interés, porque mediante sus prácticas el niño ejecuta la
disciplina, el esfuerzo y la dedicación, lo que al final se traduce en un
entrenamiento apetecido”. En ese mismo orden de ideas, el investigador afirma
que los niños venezolanos poseen un extenso repertorio de juegos, cuya
actividad en el campo educativo amerita ser estudiada y por ende, llevada a la
práctica sin perjuicios, porque a través de la experiencia se puede apreciar
que a través de la frivolidad de algunos juegos siempre representan un papel
determinante en el desarrollo psíquico y somático del educando.
Existe una gran variedad de juegos, dentro de los
cuales y de acuerdo a la tesis de Domínguez se mencionan: los gimnásticos, que
contribuyen a ejercitar destrezas, mañas, resistencia y equilibrio; los
acertijos, juegos oportunos que conducen a desarrollar la disciplina, el ritmo,
el sentido del humor, la habilidad táctil, aptitudes defensivas, agilidad muscular, concentración de la mente. Existen
pasatiempos que avivan la observación, calculo, la medición distancias, la
comprensión del mundo; los hay curiosos, que favorecen la expresión de
sensaciones, otros que cultivan la pericia verbal, como los trabalenguas y retahílas;
además existen juegos y diversiones infantiles de sabor popular, tales como:
caballitos, carreras en saco, el gato y el ratón, el palo encebado, el
papagayo, arroz con coco, doña Ana, la gallinita ciega, a la víbora del mar, el
trompo.
Arezt 1956, al respecto, menciona en primer lugar
los juegos que se ejecutan con juguetes realizados, como la honda o china, el
boliche o perinola, el gurrufío, la zaranda y el trompo. Los juegos de correr,
donde se tiene el universal “escondido”. Entre los de señas, el mudo, el juego
dialogado donde se cita el contrabando; entre los juegos de agua, se tiene el
caimán bobo y la baba, en cuanto a los cantos o rondas se mencionan: arroz con
coco, hilito de oro; merece mencionarse los juegos de niños, propios de festejos
populares, donde se alterna con los de adulto, como es el caso de los muchachos
encostalado, carrera de huevos en cucharas.
Existen también las piñatas y las parrandas
navideñas. Es importante resaltar que los juegos le permiten a los niños
recrearse y educarse en libertad, franqueza y familiaridad.
Fuente: Columna Horizonte Cultural, Semanario NOTILLANOS- San Fernando estado Apure del 02 al 08 de Marzo 2007