Llamados también Motes, sobrenombres o remoquetes, son
una manera peculiar de comunicación, empleada por las personas en los
diferentes pueblos y ciudades, son palabras que añadidas al nombre propio o en
sustitución del mismo, identifica a un personaje, bien sea famoso o no, los
Apodos tienen la ingeniosa cualidad de desenmascarar las personas, porque destacan de manera
sarcástica los defectos de un individuo,
bien sea familiar, conocido o un amigo. La finalidad de los sobrenombres es
pícara, estimula el ingenio y la asociación en el creador, mide la capacidad de
humor en el afectado, tienen la particularidad de encerrar de manera precisa en
una sola palabra, en una sola imagen, un sinfín de significados, causan risas y
exponen a la persona a quien se le coloca el sobrenombre a la burla y al
escarnio, en cierta forma lo marcan, lo etiquetan; los apodos se convierten
casi en un estigma.
Existen diferentes tipos de motes, los que señalan
una caracterización de la personalidad de un individuo, definiendo brevemente y
con exactitud un defecto o elogio, ejemplo, a una mujer engreída le dicen Lady
Di, a un estudiante sumamente preocupado por los estudios, empedernido en la
lectura se le llama Nerd. Los Apodos más comunes son los que nombran una
característica física. A un flaco se le dice Seis en Punto, tomando como
referencia las manecillas del reloj que forman una línea; a la persona que le
faltó desarrollarse, debido al crecimiento le dicen enano. Algunos motes son
hereditarios, por ejemplo, al hijo del pelón le dicen peloncito, al hijo del
pollo pollito, hay otros que agrupan los gentilicios, como El Apureño, El
Caraqueño. Hay los que figuran como nombre propio en el plano colectivo, es
decir, a los ciudadanos de los Estado
Unidos de Norteamérica le dicen Gringos. En la historia de Venezuela se
encuentran muchos apodos, entre los cuales se pueden mencionar El Taita de la
Cordillera, así se llamaba al General Pedro Zaraza por la blancura de su rostro, Pedro Camejo
era conocido como el Negro Primero, José Antonio Páez era llamado El Catire o
El León de Payara; Juan Vicente Gómez El Bagre. En el llano existen infinidades
de apodos, algunos de ellos, ojos de vaca loca, es un personaje que tiene los
ojos grandes; a un renco se le llama pata e´ cabra; a un individuo de cabeza
grande se le dice cabeza e´ topia; a alguien muy delgado rabo e´ yuca,… Dicen
que nadie se escapa del apodo, porque además de ser un fenómeno cultural, es
también un fenómeno social.
María Auxiliadora Gómez
Twitter: @mariaauxig