Allá en las profundidades del
imponente Río Apure, donde viven diferentes tipos de peces, que además de
embellecer y darle vida a las majestuosas aguas, sirven de sustento y alimento
al ser humano así como también a otras especies animales. Allá… en aquellas
ciudades conformadas por muchos pecesitos.
Allá en esas peceras naturales,
entre tanta variedad, se puede ver, se puede apreciar un hermoso y brillante coporo que en las oscuras noches sirve de luz
para guiar a los pescadores, todos los
llaman escamas de cristal, porque sus escamas son diáfanas y traslúcidas.
Es un pez muy lindo por lo tanto tiene merecido ese nombre tan precioso. Por
sus características muy especiales es codiciado por los pescadores de la zona
aledaña y también por los de otras partes lejanas. Todos querían atraparlo en
sus redes; todos deseaban que mordiera la carnada del anzuelo y así pasaban los días y los años
y ninguno lograba la anhelada hazaña,
hasta que un buen día Don Ramón conocido popularmente “Don Moncho” preparó su
canoa y todos los implementos de pescar, se despidió de su esposa y se fue, ya
tenía perdida la cuenta de las veces que había ido, pero en esta oportunidad
estaba decidido a pescar a tan especial pez, al coporo escamas de cristal.
Don
Moncho llegó al Río, se montó en la canoa y empezó a cruzar agua arriba y agua
abajo, se escuchaba el caer de la lluvia, las luciérnagas iluminaban la noche
que lentamente se acercaba, entonces cerró sus ojos y soñó que era un niño que
pescaba en el Río Apure, lanzaba una y mil veces la red y era en vano porque al
final de la faena tenía los mismos pescados de siempre, su sueño se prolongaba
y en varias oportunidades convertía sus utensilios de pesca en signos de esperanza
y así continuaba en su inmenso deseo; hasta que lanzó su chinchorro a las
impetuosas aguas y atrapó gran cantidad de peces pero ¡Que alegría! ¡Miren como brilla! ¡Miren como salta!
Gritaba Don Moncho en su dulce sueño y muy sorprendido le decía a “escamas de
cristal”. ¿Porqué te dejaste atrapar? ¿Dónde vives? ¿Quién eres? Y aquel lindo
coporo escamas de cristal le
respondió: Yo soy el sueño que tuvieron otros pescadores, el sueño que siempre
te ha acompañado, pero claro tú fuiste constante en la lucha, propiciaste la
ocasión, hasta lograr lo imposible, sabías que como adulto no lo alcanzarías,
entonces soñaste que eras un niño y por tu valentía, ese deseo lo convertiste
en una hermosa realidad… Don Moncho escuchó muy lejos hasta pronto amigo se
despide “escamas de cristal” y debes
siempre recordar que por tus ideales debes siempre luchar.
Autor: María Auxiliadora Gómez
Twitter: @Mariaauxig
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